AUSCHWITZ, CAMPO DE CONCENTRACIÓN
BOSQUE AOKIGAHARA
CASTILLO DE BRAN
Esta fortaleza medieval húngara, situada en la actual Rumanía, cerca de Brasov, Transilvania, es supuestamente el escenario donde actuó el terrible Conde Vlad el Empalador. Muchos son los que todavía opinan que es solamente un mito, aunque sí es aceptada la idea de que Vlad pasó por este lugar. De todas formas, el castillo impresiona solo verlo aparecer por el horizonte y aunque fuese cierto que Drácula nunca obró por aquí, el subconsciente del visitante es suficiente espoleta para que se viva un momento mágico que sin dudarlo nos pondrá la piel de gallina.
CATACUMBAS DE PARÍS
Una decisión gubernativa de finales del siglo XVIII convirtieron en cementerio estas galerías mineras (ya que el resto de cementerios de París estaban colapsados). En total se calcula que aquí hay restos de seis millones de ciudadanos parisienses. Solamente se puede visitar un kilómetro y medio de los trescientos totales de catacumbas, ya que el Ayuntamiento de París prohibió el acceso total al descubrir la celebración de misas negras y otros actos oscuros en dicho emplazamiento.
BELCHITE (Zaragoza, España)
Paradigma de pueblo maldito y embrujado son las ruinas del viejo Belchite, en la provincia aragonesa de Zaragoza, en España, que reciben al visitante como un esqueleto a la intemperie de lo que una vez fue un bello paraje. Destruido en 1937 en plena Guerra Civil española, entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre, fallecieron unas seis mil personas. Cualquier aficionado a la parapsicología sabe que aquí se pueden obtener psicofonías escalofriantes, un pueblo fantasma que sigue mostrando todas las heridas de aquellos días tan trágicos. Y es que las ruinas del pueblo de Belchite quedaron intactas como memoria perpetua de la "barbarie roja". Así, se preservaron las ruinas reconstruyéndose el nuevo Belchite a sus pies. La villa nueva se inauguró en el año 1954 con estas palabras: "Belchite fue bastión que aguantó la furia rojo-comunista. En los frentes de batalla, a unos les corresponde ser yunque y a otros maza. Belchite fue el yunque, fue el reducto que había de aguantar mientras se desarrollaban las operaciones del Norte". El 24 de agosto de 1937, el Ejército Republicano inició el cruel asedio a Belchite. Pero los nacionales del pueblo (en teoría solamente los nacionales pero en verdad fueron todos sus habitantes, al margen de bandos, los que se opusieron a la invasión comunista-republicana) resistieron hasta el 6 de septiembre los embates de las brigadas Dombrowski, los batallones Lincoln, British, Washington, Six Février, Dimitrov..., la furia roja de las brigadas internacionales en suma. El pueblo fue destruido y la población quedó reducida a menos de la mitad. Los supervivientes fueron apilando los cientos de cadáveres en el trujal, la presa donde días antes se machacaba la aceituna. Todavía hoy, en el día de Difuntos, los hijos y los nietos de los muertos de aquella batalla acuden al pueblo viejo para depositar flores entre los escombros. Algunas flores son rojas y otras son azules.
CATACUMBAS DE LOS CAPUCHINOS DE PALERMO
Pocos lugares más macabros existen en nuestro planeta que este cementerio italiano de Sicilia. Las catacumbas están situadas bajo un monasterio de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, que fue originalmente un cementerio en el siglo XVI, y en el que los monjes excavaron criptas subterráneas. El primer enterramiento se efectuó en el año 1599 (en sus inicios las catacumbas estaban destinadas solamente para el sepelio de los frailes), pero con el pasar de los años los habitantes de Palermo fueron haciendo lo mismo, hasta llegar a los ocho mil cadáveres que se pueden ver a día de hoy. Estar rodeado de momias es una experiencia inenarrable, y algunas parecen todavía vivas, especialmente la de la niña de dos años Rosalía Lombardo, fallecida en 1920, y excelentemente conservada (tan solo mirarla ¡impresiona!).
EL CALLEJÓN DE MARY KING (Edimburgo, Escocia)
La capital escocesa es una ciudad repleta de leyendas. Una de las más famosas apunta al Callejón de Mary King, donde la peste bubónica que arrasó Edimburgo durante el siglo XVII se cebó de forma especialmente brutal con todos los que por allí pasaban. Las autoridades aislaron este sitio, que poco a poco se convirtió en una serie de callejones subterráneos bajo la ciudad de los sanos, donde se veían apariciones a cada momento. El ambiente es denso y el silencio sepulcral. Toda una experiencia para sacarte de tus casillas de puro terror.
GETTYSBURG
El escenario de la mítica Batalla de Gettysburg, en Pensilvania, es considerado el sitio más embrujado de todo Estados Unidos. Allí, del 1 al 3 de julio de 1863 murieron unos sesenta mil soldados de ambos bandos, unionistas y confederados. Se cuentan por cientos los testimonios que hablan de apariciones fantasmales en este paraje.
LA TORRE DE LONDRES
Ahora es una de las paradas imprescindibles para los miles de turistas que visitan la capital de Inglaterra cada día, pero en tiempos pasados fue un sitio terrible, donde se ejecutaron a cientos de personas, entre ellos a nombres tan conocidos como Ana Bolena, Tomás Moro, Jane Gray, o Robert Devereux. La mayoría de las apariciones son de gente decapitada, curiosamente auténtico "deporte nacional" durante los años más terribles de la Torre.
NUEVA ORLEÁNS, LA CIUDAD DE LOS MUERTOS
En Estados Unidos la llaman 'La ciudad de los muertos', y aunque Nueva Orleáns (en el estado de Louisiana) es una bella ciudad, es a la vez una urbe llena de misterios, con un pasado repleto de vudú, vampirismo y espiritualidad. Hay multitud de visitas guiadas por la ciudad, en especial a los cementerios de Metairie, Lafayette y Saint Louis, donde no se enterraba a los muertos, al estar la ciudad situada por debajo del nivel del mar. El lugar invita, pues, a recorrer lápidas históricas. Así, en el Cementerio de St. Louis existen sepultadas algunas de las figuras más prominentes de la ciudad, como piratas, legendarias madames de famosos burdeles, artistas y personajes pintorescos del lugar. Uno de los personajes más sobresalientes sepultado en el Cementerio de St. Louis es Marie Laveau, denominada 'La Reina del Vudú de Nueva Orleáns', que murió hace más de un siglo pero a la que se le siguen rindiendo los mayores honores. Su sepulcro es uno de los altares más solicitados, donde cada lunes se celebra una ceremonia a la que acuden practicantes de vudú, la magia blanca y otras clases de hechicerías, lo cual atrae a un buen número de turistas.
DISTRITO DE WHITECHAPEL (Londres)
Este barrio del Este londinense es el escenario donde se produjeron los asesinatos del asesino en serie que se dio por llamar Jack 'El Destripador', de 1888 a 1891. Allí murieron durante esos días al menos once mujeres, casi todas prostitutas (aunque otras fuentes le apuntan más o menos asesinatos). En la actualidad el lugar ha cambiado bastante, pero sigue siendo un barrio obrero, de angostas calles, donde no es difícil sentir un escalofrío al caer la noche viendo una sombra que se te acerca... Y es que más de 120 años después, Jack el Destripador sigue siendo uno de los personajes más famosos y terroríficos de la historia. Así lo demuestra el hecho de que, Whitechapel, el barrio donde cometió sus cruentos asesinatos, recibe cada día a cientos de turistas que buscan revivir las esencias de la época victoriana londinense. Si viajamos a la capital inglesa, además de visitar los grandes monumentos como Trafalgar Square, el Big Ben o la abadía de Westminster, tendremos la oportunidad de regresar al siglo XIX y meternos en la piel del inspector Sherlock Holmes. La visita comienza al caer la noche en la estación de Tower Hill, el punto que delimitaba el territorio entre Scotland Yard y la policía de la City. El terrorífico paseo nos adentra lentamente en Whitechapel, barrio céntrico de la capital británica en el que, a finales del siglo XIX, convivían la pobreza, las tabernas pestilentes y el sexo de pago. El visitante se mete de lleno en los años en los que Jack el Destripador aterrorizó a todo Londres. Los guías van relatándonos sus asesinatos mientras nos llevan por callejones estrechos y oscuros y antros que se asemejan a las tabernas de la época que provoca que los turistas sientan en su propia piel el terror que sintieron los habitantes londinenses de la época. El paseo (que cuesta alrededor de unas seis libras) se centra en la calle Comercial Street, ya que es donde se conservan los únicos testimonios físicos de la época ripperiana: la iglesia blanca, homónima del barrio londinense donde se cometieron los crímenes, y un par de pubs, los cuales, supuestamente, eran frecuentados por algunas de las víctimas de Jack el Destripador: el Princess Alice y el Ten Bells. Algunas calles, como Fashion Street, conservan los rasgos decimonónicos. Los turistas cuentan a su vez con mapas que simulan a los de la época, y también pueden observar una serie de fotografías, algunas de ellas muy macabras, que son facilitadas por los mismos guías. La visita finaliza en el nombrado pub victoriano Ten Bells donde los visitantes suelen refrescarse con una fría cerveza mientras siguen pensando y preguntándose quién fue Jack el Destripador, algo que también puede verse en un diario colgado en una de las cochambrosas paredes del pub.