sábado, 7 de julio de 2007

Aberdeen, Escocia

La ciudad de granito, la flor de Escocia o la ciudad de plata de arena dorada. Cualquiera de estas frases encierra la esencia de Aberdeen, la tercera ciudad en tamaño de Escocia, que lleva todos estos títulos con gran orgullo.
Con sus resplandecientes edificios de granito, Aberdeen tiene uno de los horizontes más encantadores de las islas británicas y sigue conservando la esencia de la ciudad antigua que fue en el pasado.
A pesar de ser una localidad relativamente pequeña, tras el descubrimiento de petróleo en el Mar del Norte se ha desarrollado espectacularmente y no ha parado de crecer desde entonces. Precisamente el ‘oro negro’ ha jugado un papel esencial en su desarrollo hasta convertirse en la capital europea del crudo. Hoy en día, Aberdeen es una ciudad próspera, cosmopolita y con una extraordinaria riqueza artística y cultural, así como una animada vida social y nocturna. Presume de una arquitectura espectacular y numerosos museos, galerías de arte y teatros. Todos ellos encierran y cuentan historias fascinantes sobre la localidad y su historia. Entre ellos destaca la renombrada Aberdeen Art Gallery. Un edificio de estilo victoriano y una de las mejores galerías de arte de Escocia. Entre sus joyas destacan varias obras de Rodin, Renoir y Monet.
También puede ser muy enriquecedora una visita al museo dedicado a Thomas Blake Gover, el "Samrai Escocés", quien introdujo las locomotoras en Japón y ayudó al establecimiento del imperio de Mitsubishi. Asimismo se dice que su relación con una dama japonesa inspiró la ópera de Puccini, Madame Butterfly.
Entre los teatros, destaca uno sobre los demás. El Majesty, un edificio restaurado de estilo eduardiano, en el que se representan dramas, ópera, musicales y pantomimas, y todo tipo de géneros teatrales.
Aberdeen es también una localidad para disfrutar a pie de calle. Union Street es la vía más importante y el principal centro comercial de la ciudad. Su construcción data del siglo diecinueve y cuando fue construida estuvo a punto de llevar a la bancarrota a la ciudad. Es espectacular, de enormes dimensiones y una auténtica obra de ingeniería con impresionantes edificios de granitos a ambos lados de la calle. Generalmente permanece cerrada por el Mercado Internacional de los Sábados y los domingos de diciembre, en plena época navideña, cuando se llena puestos ambulantes y cobra vida.
Tampoco se puede dejar pasar la ocasión de visitar el barrio bohemio –Bohemian Quarter- cerca de Belmont Street, que cuenta con numerosos bares, numerosos locales con música en directo y gran variedad de tiendas de segunda mano. O la oportunidad de acercarse hasta la vieja Aberdeen, un barrio que estuvo durante mucho tiempo aislado del resto de la ciudad. Es muy rico en edificios históricos, incluso algunos datan de la Edad Media y todos ellos construidos de granito. En la actualidad es el principal campus de la Universidad de Aberdeeen. A 20 minutos en autobús desde el centro de la ciudad, El viejo Aberdeen, siempre ha mantenido su propia identidad. También cuenta con propiedades residenciales y comerciales, la mayor parte propiedad de la universidad o propiedad de miembros de la universidad o estudiantes. Precisamente Aberdeen tiene varios rasgos que la diferencian de otras ciudades escocesas. Por ejemplo, tiene uno de los edificios universitarios más viejos de Europa: el King’s College, fundado en 1495. Sus ciudadanos se jactaron durante siglos de que Aberdeen tenía tantas universidades –Mariscal College y el mencionado King`s College- como toda Inglaterra, en referencia a Oxford y Cambridge. En 1860, las dos universidades se fusionaron en una sola.
Aberdeen también es mundialmente conocido por sus espacios al aire libre como sus parques y jardines, y su playa. Precisamente, ésta es una de las joyas de la ciudad, una de las mejores playas de todo el Reino Unido. Un lugar maravilloso para un paseo romántico sobre su arena dorada o para surfear.
También son ideales para disfrutar de la tranquilidad sus parques, muy agradables y floridos. No en vano, la localidad ha ganado en 13 ocasiones el premio de Britain in Bloom. Los más famosos son Duthie Parke, abierto en 1899 a orillas del río Dee o el Hazlehead Park, situado a las afueras de la ciudad.
Al norte se encuentra la catedral de St Machar’s Cathedral, entre los edificios también destaca la capilla de King’s College, una de las dos iglesias medievales que todavía sobreviven en la ciudad.
Cómo llegar: es fácil llegar hasta Aberdeen. Está bien comunicado por carretera, tren y aire, así como por ferry. El aeropuerto está a las afueras de la ciudad, en Dyce. Hay vuelos regulares tanto desde otra ciudades del Reino Unido como desde Europa. Además, está unida a Glasgow y Edimburgo gracias al tren de alta velocidad.
Dónde dormir: la mejor opción son los Bed & Breakfast y las casas de invitados. Generalmente hay ofertas los fines de semana, incluso en los hoteles más lujosos.
Cómo moverse: la mejor manera de conocer el centro de Aberdeen es a pie, pero es necesario coger la línea de autobuses de la ciudad para salir fuera de la ciudad. La mayoría de ellos pasan por Union Street. Las estaciones de tren y autobús están juntas. Los taxis no suelen ser necesarios, excepto por la noche.
Más información: www.viajeras.info, www.visitscotland.com, www.aberdeen-grampian.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aberdeen es preciosa, una ciudad tranquila y al mismo tiempo llena de vida. He vivido allí unos meses y ha sido una experiencia increíble. Muy aconsejable para visitar sobre todo en primavera y verano. Escocia es en sí una maravilla, la mires por donde la mires... Y Aberdeen, en particular, es un ejemplo vivo del encanto escocés.