miércoles, 21 de marzo de 2007

Shanghai

Un deslumbrante hotel de cinco estrellas será la nueva atracción mundial turística de Shanghai. Pero no se trata de un complejo más, sino de una de las obras arquitectónicas más impresionantes de las que el hombre tenga memoria por la complejidad en que se encuentra el lugar de acceso al terreno.

Songjiang Hotel

Se trata del “Songjiang Hotel”, un proyecto inmerso en el desierto pero que cuenta con una particularidad asombrosa: una cascada de agua atraviesa su estructura por el exterior, ya que el edificio forma parte de las paredes de una “garganta” donde se acumula el agua. El hotel se integra con la pared donde desemboca el río y contará con unas 400 habitaciones exclusivas para los turistas. Pero también tendrá lugar para conferencias para 1.000 personas, un centro de banquetes, restaurantes, cafés y centro de deportes.

Songjiang Hotel

La construcción forma parte del “atrio” de la cascada y ofrece una imagen impactante para cualquier amante de la naturaleza y la arquitectura moderna.
El distrito de Songjiang es un típico y nutrido centro turístico de los pobladores de Shanghai y cuenta con todo tipo de maravillas naturales. El particular terreno obliga a los constructores a ampliar su imaginación para poder aprovecharlo al máximo.
El proyecto ganó en China este año la competición por el mejor diseño arquitectónico de hoteles cinco estrellas.

martes, 20 de marzo de 2007

Gran Cañón del Colorado

MiradorUna ilustración de cómo será el mirador acristalado en el Gran Cañón del Colorado en Arizona, Estados Unidos, que abrirá sus puertas al público este mes de marzo.
Tiene forma de herradura y está a 1.200 metros sobre el nivel del río Colorado.
El primer hombre que caminará por la instalación será el ex astronauta Buzz Aldrin, el segundo hombre en pisar la luna después de que lo hiciera Neil Armstrong.

lunes, 19 de marzo de 2007

Teide blanco

TeideEl Parque Nacional del Teide (Tenerife, España), completamente nevado.

viernes, 16 de marzo de 2007

El bosque de Ossipee

New HampshireLa neblina producida por la nieve que se derrite cubre el bosque de Ossipee, New Hampshire, Estados Unidos.

jueves, 8 de marzo de 2007

Benares

Benares, ciudad sagrada de las más antiguas de la civilización que existen actualmente y continúan manteniendo viva su cultura. Es el mayor centro de peregrinaje tanto del hinduísmo como del budhismo; se dice que tiene alrededor de 7.000 años. Nacida cuando una lágrima del dios Shiva cayó a orillas del río sagrado Ganges, en el sitio donde hoy se levantan las escalinatas de Manikarnika, uno de los dos ghats donde se realizan las ceremonias de cremación.
Su nombre original es Varanasi, ya que se encuentra entre los ríos Varuna y Assi (hoy en día inexistente), pero por deformaciones en la pronunciación inglesa derivó en Benares. Es centro espiritual del estado de Uttar Pradesh, a 764 Km. al este de la capital de la India: Delhi. En la margen occidental del Ganges se levanta la "Ciudad de la luz", con más de 1.000.000 de habitantes. Atraviesa cien ghats, desde el puente ferroviario de la estación Kashi, en el norte, hasta las escalinatas de Assi, en el límite sur. Al escribir sobre esta ciudad milenaria, debemos referirnos como punto de partida a la ciudad vieja y sus alrededores. Conocido como Godowlia, este barrio se caracteriza por sus callejuelas enmarañadas y angostas. Sus construcciones semiderruidas están hechas de piedra o ladrillos de barro con pequeñísimas puertas y ventanas, por donde se filtra, casi imperceptible, algún rayo de sol. Estas casas de poca altura son oscuras y húmedas, manteniendo así la frescura en los días de calor sofocante. Cada una de ellas cuenta con varias habitaciones, generalmente superpobladas. A veces en un mismo cuarto conviven abuelos, padres e hijos. Resulta curioso que para ellos esto sea lo usual y no conciban siquiera la idea de estar o vivir solos. La mayoría no tienen baños ni duchas propios, por lo que sus habitantes utilizan lugares públicos destinados a hacer sus necesidades y bombas de agua o el río para el aseo personal. La vida transcurre literalmente en la calle. La gente come, juega, produce, comercia y duerme en medio del tránsito de bicicletas, carros de tracción a sangre y motos. Parte de la realidad cotidiana consiste en esquivar vacas, cabritos, cebúes y hasta búfalos que conviven con el resto de los seres, además de monos al acecho, en busca de alimentos. Se podría decir que no hay vida privada y por lo tanto el concepto de límite personal con el que nos manejamos en Occidente no tiene el mismo valor. Y aquí es donde reside la fascinación.
Una cultura diferente que invita (en todo sentido) a la participación. Esta alteridad, lejos de segregar termina por integrarte. El porqué es simple: les somos tan extraños como ellos a nosotros. Caminarás por la ciudad subyugado por múltiples percepciones, como abstraído. Los colores, el aroma de las especias, el murmullo de las mil actividades que se desarrollan en las calles, entremezclándose con el tintineo de las campanas y los mantras religiosos... como en una película. Repentinamente alguien se te acercará, "Aló, which country?", y así comienza el intercambio que seguramente, luego de varias horas de charla en un chai-shop, finalizará con una invitación a compartir una comida y conocer a la familia. Y sigues caminando... pero esta vez, un poco más cerca de ellos. Para dejar la oscuridad de estas intrincadas callejuelas no hay nada más fascinante que dirigirse a los ghats, escalinatas de piedra que conducen hacia las sagradas aguas del Ganges. Hay gente y actividades de las más diversas. Muy populares son los vendedores de coronas de flores o "malhas", las cuales se arrojan al río, junto con velas encendidas y trocitos de coco, como ofrendas a los dioses durante una ceremonia denominada puja. Se puede recurrir a la ayuda de algún brahman a cambio de algunas rupias o improvisar la tuya propia consiguiendo en el mercado los implementos necesarios. Otros de los personajes característicos son los masajistas tradicionales, que te brindan un excelente servicio a un precio razonable. Si quieres disfrutar de una experiencia típica, que sin duda se te hará costumbre, no dudes en recibir una afeitada al aire libre. No te preocupes ya que los barberos usan hojitas descartables. Finalizada la misma te brindan un masaje facial que te hará desear importar uno de esos personajes para tu uso personal (todo por el módico precio de Rs 10).
Los amaneceres a orillas del Ganges son la esencia del espíritu de Benares. Mientras el sol se eleva en el horizonte, comienzan a traslucirse las siluetas de los primeros creyentes que se acercan para su baño ritual. Mantras religiosos y campanas desde los más de mil templos a lo largo del río, completan el murmullo contínuo de gente, animales y agua que fluye. Es un buen momento para abstraerse y elevarse.
De la India, esta metrópolis es, en la actualidad, probablemente la más conservadora. Siguiendo las costumbres filosóficas y religiosas hinduístas, peregrinos de todo el país llegan para purificarse en el Ganges, recorrer los principales templos a lo largo de la ciudad o bien morir y ser cremados en tierra santa y así salir de la rueda de las reencarnaciones.
Entre las variadas religiones que conviven, el hinduísmo cuenta con la mayor cantidad de fieles, seguida por las minorías musulmana, budhista y católica. La India alberga una inmensa cantidad de grupos y fracciones religiosas como sikhs, jaininistas, judíos y zoroastristas entre otras.
Hinduísmo o uno de los infinitos misterios que la India permite apenas entrever es el ordenamiento religioso-social propio del hinduísmo. En este sistema encontramos cuatro castas: la más alta es la de los Brahmanes (sacerdotes y maestros); los Kshatriyas (soldados o administradores); los Vaisyas (artesanos y comerciantes) y, por último, los Sudhras (granjeros). Por debajo de estos cuatro grupos están los "intocables" a quienes ni siquiera se los consideran como casta, realizando, en general, las tareas más degradantes. A lo largo de los siglos, esta división original fue modificándose, apareciendo categorías intermedias denominadas Jatis. La única forma de pertenecer a una de ellas es heredándola al nacer y es mantenida a lo largo de toda la vida.
Con el correr del tiempo, esta organización ha quedado desligada del factor económico, ya que es posible encontrar Brahmanes de bajos recursos, como así también intocables en puestos jerárquicos, tomando como ejemplo al actual Presidente de la República de la India.
Budhismo es la tercera minoría religiosa de la India ya que cuenta con casi 5.000.000 de adeptos. Su importancia reside en haber nacido en este país. No es posible considerarla estrictamente como una religión ya que no está centrada en la creencia de un dios, sino que es un sistema filosófico de vida. Persigue la iluminación como estadío último de la búsqueda humana, así como la alcanzó "Budha", tal cual lo relata Herman Hesse en su famosa novela "Siddharta".
La India mantuvo a lo largo de su historia como aspecto esencial de su cultura, la música y la danza. Originalmente éstas formaban parte de ceremonias religiosas, cantando loas a los dioses y representando historias de la mitología hindú. Con el paso del tiempo, se modificaron y surgieron nuevos estilos debido a la influencia de las culturas invasoras. La corriente más importante fue la musulmana incorporando tanto melodías y ritmos como instrumentos musicales.
Músicos y bailarines consideran sus respectivas actividades dentro del orden de lo religioso, dando por hecho que una buena práctica los conducirá al nirvana. La variedad de los conciertos y festivales que esta ciudad nos brinda, dan cuenta de la importancia que dichas actividades artísticas tienen para sus habitantes. Asistir a uno de estos espectáculos te da la posibilidad de observar un evento social en sí mismo. Una imagen que quedará grabada por siempre en tu memoria será la de presenciar a una decena de músicos besando los pies de un afamado gurú en señal de respeto. Símbolo de la cultura hindú.
La ciudad de Benares es un paseo en sí mismo, no hace falta buscar lugares exóticos, toda ella es mística y atrapante. Si lográs agudizar los sentidos del olfato y el oído tendrás la posibilidad de ingresar en otra dimensión, de transportarte a una época remota en cualquier villorio medieval.
Para reconocer a qué grupo pertenece un hindú, hay que tomar en cuenta algunos detalles. Un Brahman seguramente vestirá dhoti, tela blanca de más de 5 mts. colocada en forma de chiripá y llevará la cabeza rapada a menudo con una coleta. Un conductor de ricksaw, perteneciente a las clases más necesitadas, usará lungui, tela de colores vivos (cuadriculada o rayada) más corta que el dhoti. Se lleva en forma de pollera. Por lo general, camisa o remera y como detalle infaltable, la gamcha, pañuelo de algodón que usan para protegerse del sol o del frío a modo de turbante.
Otra de las vestimentas típicas es la kurta pijama, combinación de camisa larga sin cuello y pantalón de tiro largo anudado a la cintura. Por lo general va acompañada de un chaleco de paño o tela rústica. Esta manera de vestir define una posición socio-económica acomodada.
Bom Shankar! Los Sadhus o Babas son religiosos que decidieron abandonar sus pertenencias materiales. Pernoctan en templos, ashrams o a la intemperie. Son peregrinos y viven de la limosna. Encuentran una buena compañía en el chilum, pipa recta de piedra o arcilla para fumar tanto charas como hashish o ganja, la cual comparten gustosamente con quien tenga la inquietud de disfrutar junto a ellos de este sagrado momento. Una experiencia única. Es fácil reconocerlos por sus largas cabelleras de rastas anudadas como por sus vestimentas: túnicas que varían en las tonalidades del amarillo al rojo pasando por toda la gama de anaranjados, dependiendo de la orden a la que pertenezcan.
Desde la más remota antigüedad, existe en el hinduísmo una relación de respeto y veneración para con la naturaleza. En aquellos tiempos todos los seres convivían en una única sociedad, y a su vez, con la Madre Tierra. Hombres y animales compartiendo los mismos espacios, luchando muchas veces entre sí por la supremacía. Plantas y árboles sagrados con propiedades curativas, el sol y los bondadosos ríos que bañan la tierra.
Todos estos aspectos de la naturaleza son tomados para los hindúes como seres vivientes. Tanto es así que su mitología los representa como dioses: la diosa Ganga, simbolizando al más extenso de los ríos de la India, el Ganges; Surya, el sol, dios de los cielos, y completando este variado panteón, las deidades del reino animal: Ganesha y Hanuman.
La medicina tradicional hindú o Ayurvédica, toma de la naturaleza los elementos necesarios para un buen tratamiento. El Nim, por ejemplo, es el árbol del cual se extrae el aceite utilizado para tratar enfermedades de la piel. Una peculiaridad de esta especie vegetal, son sus ramitas que se usan como cepillos de dientes.
En Varanasi, como en el resto de la India, llama la atención encontrar gente de todas las clases sociales, edades y religiones mascando una extraña sustancia rojiza llamada pan. Según dicen, mantendrá despierto y activo a quien la ingiera, por ser sus componentes acelerantes digestivos. Dondequiera que te encuentres seguramente hallarás un pequeño comercio, no mucho más grande que el individuo (cruzado de piernas) contenido en él, junto a una pila de hojas y demás ingredientes. Este es un negocio de pan. Las hojas sirven para envolver el preparado de cal, nuez de betel, tabaco y esencias florales, entre otros. Cada vendedor guarda celosamente su receta secreta. Un atado de pan cuesta Rs1. Los cigarrillos son un producto poco accesible para los locales, que de cualquier modo prefieren fumar bidis, cigarritos dulzones liados con la misma hoja de tabaco. El paquete cuesta entre 2 y 3 rupias.
En el cruce de Godowlia se encuentran los comercios de bang-lassi que atraen tanto a viajeros como a residentes y, según se dice, dan gran fama a la mística ciudad. Esta bebida es nada más y nada menos que yoghurt dulce (lassi) licuado con ganja (hay tres posibilidades: suave, normal y fuerte). Su precio promedia las Rs 12. También se puede conseguir en negocios del gobierno en forma de masita, llamada bang (Rs3). Por lo general, estos productos se ingieren durante festividades religiosas.
La "ciudad de la luz" ofrece gran cantidad de atracciones turísticas. Remontar las aguas de Ganga en bote, desde Dasaswamedh hasta Assi, teniendo la posibilidad de observar desde el río una de las vistas más extraordinarias de Varanasi, será sin duda inolvidable. Podrás observar la arquitectura cambiante a través de los diferentes Ghats desde una nueva perspectiva. El mejor horario para realizar este paseo es la madrugada, ya que se sumará, para el deleite de tu vista, la aparición de Surya (Dios Sol), y el espectáculo fascinante de los baños rituales. Al llegar a Assi, una fija es sentarte en las escaleras a disfrutar de la hipnótica vista tomando chai. Puedes volver caminando a través de los Ghats o bien en ricksaw. El Templo Dorado está dedicado a Lord Shiva, Señor del universo. Fue construido en lo que hoy es la ciudad vieja, hacia el 1600 d.C. y destruido por el emperador Mongol Aurangzeb, quien levantó en su lugar una mezquita. El actual (del año 1776), se encuentra frente al sitio original y sus cúpulas están recubiertas en oro (3/4 de tonelada). Este templo es demasiado sagrado para permitir el ingreso a turistas, pero es posible verlo desde la antigua casa que hay a su lado. Cercano a este templo existe un mercado atestado de comercios de los más variados rubros.
La Universidad Hindú de Benares (en inglés B.H.U.) fue construida a principios de siglo y su campus es uno de los más extensos del continente asiático. Una buena oportunidad para alejarse del mundanal ruido de la ciudad. Funciona una exposición permanente de pinturas en miniatura y esculturas del siglo I al XV. El horario de visitas es de 11 a 16 hs. Al otro lado del río, 16 Km. al sur de la ciudad, está ubicado el Fuerte y Museo de Ramnagar. Esta construcción del s. XVII es la actual residencia del Marajá de Benares. El mismo alberga excentricidades de todo tipo: palanquines de plata y brocado para las damas de la corte, una armería con espadas, rifles y pistolas de distintas épocas, sillas para montar elefantes, un reloj astrológico y una colección de coches antiguos. Está abierto de 9 a 12 hs. y de 14 a 17 hs. La entrada cuesta Rs 3.
Sólo 10 Km. al noreste de Varanasi se encuentra Sarnath, sereno centro de peregrinación Budhista. Después de haber alcanzado el supremo conocimiento en Bodhgaya, Budha predicó aquí su primer sermón hacia el año 528 a.C. Este lugar se convirtió en monasterio y capital de esta región cuando el emperador Asoka (269 - 232 a.C.) erigió varias torres conmemorativas o Stupas, destruídas durante las distintas invasiones musulmanas (s. XII al s. XVII). Los restos que se conservan de esta capital religiosa continúan siendo impresionantes. Existe en la actualidad un interesante museo que atesora esculturas e imágenes de distintos períodos de la vida artística en Sarnath. La pieza más valorada es el Capitel de cuatro caras de león que originalmente coronó la columna de Asoka y es actualmente, símbolo de la India moderna.
Ghats. A lo largo de la ciudad y a orillas del Ganges, se levantan estas pintorescas escalinatas de piedra. Construcciones que datan del S. XVIII, se combinan con templos y palacios. Desde temprano en la madrugada, los fieles se congregan y realizan allí sus baños rituales. Durante todo el día, gente de distintos estratos sociales y económicos se acercan por diferentes motivos: comerciantes, sadhus, novios que llegan para purificarse como parte de la boda, lavanderos y deudos que despiden a algún ser querido en los sectores destinados a la cremación. Cada ghat tiene su nombre y está destinado a una actividad en particular. Desde Assi Ghat en el sur hasta el Raj Ghat en el norte, pasando por Panchganga donde se cree que los cinco ríos sagrados de la India confluyen; Manikarnika, el más importante de los dos para cremación y Someswar, o del Señor de la Luna. Este último se dice con propiedades curativas.
¿Qué comprar? Al recorrer las angostas callejuelas de Godowlia encontramos pequeños talleres donde funcionan, hasta hoy en día, telares manuales de tarjeta perforada. Sirven para la confección de finas sedas, sarees y brocados. Estos se pueden adquirir en los cientos de negocios ubicados en la ciudad vieja y los hay de muy diversas calidades y diseños. Sus precios son muy variables. Por ejemplo, un saree cuesta desde 50 Rs (en polyester) a 4000 Rs, los de fina seda. En toda la India existe una cadena de venta llamada Gandhi Ashram, creada por el mismo Mahatma, para mantener en actividad la manufactura artesanal. Todos sus productos (telas, ropa, zapatos, alfombras, acolchados y productos de perfumería) son hechos a mano utilizando productos naturales. La sucursal más grande se encuentra en el cruce de Godowlia, a unos 20 mts. por la calle que va al ghat Dasaswamedh.
Si te interesa la música, Benares es un emporio privilegiado. Los instrumentos típicos son sin duda de una calidad y refinamiento difícil de encontrar por otras latitudes. Desde sitares, tampuras o saranguis (cuerdas), hasta tablas o dolaks (percusión), por sólo citar algunos ejemplos, reflejan la sabiduría de siglos de desarrollo en la materia. Existen varias casas de música, pero nada como encargar el instrumento al mismo luthier. Para los de percusión el afamado Mumtaz y para los de cuerda el maestro Nitai Dada dará que hablar (o mejor dicho: que oír). Para comprar compactos o casettes hay disquerías especializadas que te ayudarán a la hora de elegir. Prueba las grabaciones que adquieras ya que es facíl llevarse chascos como encontrar todo un lado de la cinta sin grabar. Los casettes cuestan entre 50 y 70 Rs y los cd's entre 150 y 350 Rs. Por último ten en cuenta que en las tiendas de ropa, telas y adornos, como en los servicios es muy común el regateo ya que es posible bajar los precios hasta en un 40% del valor inicial sin generarle pérdida al comerciante. En el caso de los productos industriales, todos tienen su valor impreso en la etiqueta, que por lo general es respetado.
Cuando un viajero planea la India como destino, uno de los temas que enseguida surge es el de la salud. Aunque oficialmente no se exige ningún certificado de vacunación, para ingresar al país es conveniente por lo menos que te apliques las dosis necesarias contra la hepatitis A y B, como contra el tétanos (calcula por lo menos un mes de anticipación). Existen también vacunas contra la fiebre tifoidea y el cólera, 15 días para que su inmunización comience. Las pastillas antimalaria son de efecto dudoso y tienen efectos secundarios, por lo que muchos prefieren protegerse con lociones antimosquito y mosquiteros para dormir. La diarrea es casi inevitable ya que no sólo el agua contiene elementos irritantes o agresivos, sino también el aire. Incluye en tu botiquín pastillas de carbón y si los síntomas persisten acércate a alguno de los consultorios privados. La época de los monzones no es muy recomendada ya que afloran todo tipo de enfermedades por lo que el período de octubre a marzo es el ideal para visitar la ciudad.
La religión es el aspecto más importante, en el cual se centra la sociedad. Se puede decir que rige la vida de los hindúes, quienes además de venerar a sus dioses cumplen una serie de leyes y reglas estipuladas. A diferencia de otras religiones el hinduismo no hace referencia a un fundador específico y cuenta con varios libros sagrados: los cuatro vedas, los Upanishads, el Bhagabad Gita, los Puranas, el Mahabharata y el Ramayana.
En cada pueblo o ciudad a lo largo de todo el país se rinde culto a un dios que varía según la época y la zona. Es por eso que en la actualidad dioses como Shiva, Krishna y Vishnu, entre otros, cuentan con más adeptos que Rudra o Savitri.
En Benares la deidad mas popular es Shiva, "el destructor", representante de la trinidad sagrada, junto a Brahma, "el creador", y Vishnu, "el conservador". En la ciudad de la luz pueden visitarse templos de diferentes magnitudes dedicados a este dios, donde siempre se hallará el Lingam (falo), como símbolo que lo representa.
Los dioses son manifestaciones físicas de los diferentes aspectos del universo, tienen tareas específicas que les conciernen y se valen de diferentes elementos para ayudarse a realizarlas. Tridentes, flores de loto, dinero, collares, jarras de agua y hasta instrumentos musicales son sostenidos por sus muchas manos, símbolo de poder. Cada dios es secundado por un animal que funciona como vehículo. Entre los más conocidos están el toro que acompaña a Shiva, de nombre Nandi, encargado de proveer la música para su danza sagrada, la oca montada por Brahma y el búfalo de Durga. La diosa Lakshmi viaja montada sobre Padma, una flor de loto. Otras deidades son Kali, madre tierra, que representa la muerte, la oscuridad y el silencio. Sarasvati, diosa de la música quien junto a Ganga y Yamuna conforman los tres ríos sagrados de la India. Krishna, octavo avatar de Vishnu, representa la idea de unión con la divinidad a través del éxtasis sexual. Hanuman, dios mono, general de la epopeya del Ramayana, tiene poderes mágicos y ganó el derecho a la inmortalidad. Por último Ganesha, de cuerpo humano y cabeza de elefante, removedor de obstáculos, hijo de Shiva y autor del Mahabharata. Sin duda ésta es sólo una pequeña referencia a una mitología de riqueza extraodinaria.
Para moverte dentro de la ciudad existen varias opciones, pero sin duda la más utilizada es la ricksaw, especie de triciclo, con espacio para llevar a dos pasajeros, donde el conductor pedalea. Más sofisticado es el auto-ricksaw o tempo, el cual cuenta con una cabina semicerrada y motor. Ambos te permiten llegar a los lugares más recónditos dentro del tramado de pequeñas callecitas de Benares. El auto-ricksaw colectivo es más amplio y es el indicado para viajar a las afueras de la ciudad por ofrecer una ruta fija, lo cual abarata su costo. Por último, dentro de los medios de locomoción terrestres, el lujoso taxi, por supuesto la opción más cara. Si te gustan los paseos en bote, acercate a cualquiera de los ghats y contrata uno para cruzar a la otra orilla, o bien para gozar de una imponente vista de las escalinatas desde el río.
Festivales
Shivaratri: festival donde se rinde homenaje al dios Shiva. Los fieles hacen ayuno y recorren los templos cantando y recitando mantras. Febrero/Marzo.
Holi: es el día en que se encienden piras por toda la ciudad, representando la desaparición del demonio de la muerte: Hólica. Durante la celebración de esta festividad la barrera de las castas es dejada de lado y hombres y chicos salen a las calles a tirarse con agua coloreada. No así las mujeres que se quedan en sus casas. Todo está permitido y es común que las vestimentas queden, además de teñidas, hechas jirones. Febrero/Marzo.
Baisakhi: día que los hinduistas festejan el descenso de la diosa Ganga a la tierra. Llegan en procesión al río Ganges para bañarse y rendirle culto. Este mismo día los Sikhs celebran la fundación de la hermandad en el año 1689. Abril/Mayo.
Budha Purima: Es la fiesta anual que los budistas celebran el día de la luna llena del mes de Mayo, conmemorando el nacimiento de Budha con una feria muy vistosa en Sarnath.
Id-ur-fitr: los musulmanes celebran el fin del Ramadán (mes de ayuno). Junio/Julio.
Divali: es el festival de las luces. Se realizan exhibiciones de fuegos artificiales que duran toda la noche. Las casas se adornan con lámparas de aceite en honor a Lakshmi, diosa del bienestar y el hogar. Dura cinco días y cada uno está dedicado a una deidad diferente. Septiembre/Octubre.
Kumbha Mela: Es el mayor festival religioso del mundo debido a la cantidad de creyentes que asisten. Se celebra cada tres años en Allahabad (Uttar Pradesh), Nasik (Maharashtra), Ujian (Madhya Pradesh) y Hardwar (U.P.) respectivamente. En estas cuatro ciudades sagradas, cuenta la mitología que se derramó el néctar de la inmortalidad, que se hallaba almacenado en una vasija o kumbh. Los Sadhus llegan a estas ciudades para bañarse en el río, por donde creen fluye esta sustancia sagrada. Cada doce años se celebra el más grande de los Kumbha Melas en Allahabad, donde confluyen los ríos Ganges y Yamuna.
En Benares, las mujeres de todas las clases sociales visten el clásico saree. Los hay de diferentes calidades y precios. Estas telas de 7 mts. de largo, envuelven al cuerpo por encima del choli (blusa corta) y el "under saree". Se combinan en tonos fuertes, realizados en seda bordada, algodón o polyester estampado. En esta ciudad por su carácter tradicional, no es usual ver mujeres con los hombros descubiertos, ni llevando blusas cortas. Una buena manera de acercarse a esta cultura es cambiar el viejo jean y la blusa por alguna de estas vestimentas típicas que, seguramente, no te garantizarán que te confundan con un local pero sí que te reconozcan como "habitué".

sábado, 3 de marzo de 2007

Vivir en Harlem

HarlemEl barrio que en décadas pasadas alimentó la cultura afroamericana es hoy una de las zonas más cotizadas de la ciudad. Saturado Manhattan, Harlem se revaloriza y sus viejos edificios multiplican su valor.
Si en otras latitudes las políticas oficiales marcan la pauta a golpe de inversión, en Manhattan el mercado lidera los cambios. Al movimiento que lleva a los habitantes de una clase social bien situada a colonizar nuevos territorios lo llaman 'gentrification'. Buscar espacios no acotados para millonarios hace imprescindible el proceso. Irlandés, judío e italiano sucesivamente, corazón negro y boricua luego, Harlem vive hoy su propia gentrification.
Encajonado al norte de Central Park, tradicionalmente la calle 116 marcaba la frontera con el Upper West Side, por el Oeste, y el Upper East Side, en el Este. Hacia el norte su límite alcanza la 155. Las políticas de mano dura patrocinadas por el ex-alcalde Gulliani decapitaron el crimen, reducido a niveles inéditos; por otro lado, el empuje de la Universidad de Columbia, asomada al Hudson a la altura de la 116, ha fomentado que numerosos estudiantes ocupen la zona. Sus padres hace tiempo que descubrieron las ventajas de comprar al retoño un apartamento en la zona: necesita muy poco tiempo para revalorizarse.
La Universidad, además, ha planteado una expansión brutal: una ofensiva que revitalizará el lado oeste, de por sí vigoroso; mientras, el viejo Spanish Harlem, que subía hasta la 116, muta a medida que jóvenes profesionales sustituyen a unos puertorriqueños incapaces de pagar las nuevas, disparadas rentas. Los boricuas, antaño dueños del SpaHa, o El Barrio, apenas suman un 34% de su población.
En Harlem hace tiempo que resulta arduo alquilar apartamento por menos de 1.200 dólares mensuales. Craiglist, página favorita de los neoyorkinos para encontrar apartamento, muestra la progresión, disparada hacia las cifras del resto de la isla. Aún no alcanza los niveles estratosféricos del Soho, Village o Chelsea, pero tampoco anda lejos. Si habláramos de comprar piso, debemos colocar, uno tras otro, al menos 300.000 dólares, y eso dando por bueno una madriguera ínfima, una caja de zapatos sin ventilación, luz ni espacio. Para encontrar algo decente los números rebasan el millón de dólares. Algo así viene a costar un apartamento con cocina en el salón, más dormitorio y baño, a la altura de la 125 y la Avenida Lenox.
En el supuesto de contar con lavandería y portero, añadan 600 dólares mensuales en gastos comunitarios. Resta el consuelo de que la zona, pleno Central Harlem, rebosante de Starbucks y policía, peluquerías imposibles, artesanías, oficinas bancarias, farmacias y tiendas de ropa (en realidad de todo menos un supermercado en condiciones) alimentó la cultura negra del XX: junto al neón del Teatro Apollo, el Hotel Teresa, reconvertido en oficinas, hospedó en su día a todas las luminarias afroamericanas, de Mohamed Ali a James Brown y de Malcom X a Duke Ellington.
Nostalgia aparte, comprar en Harlem hoy resulta jugoso. Contradicción suprema, el barrio salvó su fisonomía gracias al crimen. Como nadie lo tenía en cuenta las piquetas respetaron sus avenidas, cuajadas de edificios nobles. Las escaleras metálicas, el ladrillo rojo y la luz, que cae a chorro en unas calles donde ninguna casa alcanza más de cinco alturas, todavía deslumbran.
Antigua zona noble de la ciudad, los restos del esplendor centellean. Con Manhattan saturado, Nueva York ha fijado la mira en Harlem. Los viejos edificios abandonados son puestos en limpio a velocidad supersónica. Aquí, donde Bill y Hillary Clinton instalaron sus oficinas, en unas calles atoradas de color, música y gritos, entre banderas de la Nación del Islam, iglesias baptistas y franquicias, la caldera económica ruge, y sólo en diez años, de 1990 al 2000, el valor de las propiedades creció un 290%.

jueves, 1 de marzo de 2007

Cancún

Las cálidas playas evocan el pasado y el presente que se entrelazan en el turístico destino. En la brisa del atardecer, las olas turquesas rompen contra una pequeña punta rocosa color gris, las hojas de las palmeras se mecen suavemente y un pelícano sobrevuela la orilla de la playa de arenas níveas como un comensal indeciso que no sabe qué elegir del menú para esta noche. Yo también me dejo mecer por la brisa, hundida en mi hamaca debajo de una "sombrilla" de playa hecha con hojas de palmera, en un hotel pequeño y ecológico al sur de las cautivantes ruinas mayas de Tulum, en la costa caribeña de México.
Después de viajar 120 millas al Este desde las venerables pirámides mayas, a través de pueblos coloniales en tonos color pastel y poblados con chozas selváticas, hacia la zona hotelera, estilo Las Vegas, de Cancún, no puedo dejar de pensar en los contrastes. Los turistas y los locales, lo ancestral y lo moderno, el lujo y la pobreza. Es como pasar del glorioso pasado de México a su difícil presente y seguir hacia un futuro que mira hacia el exterior. Y preguntarse, ¿qué le deparará ese futuro al presente y pasado?
Cancún cumplió el propósito para el que fue creado. Le da a México 6,000 millones de dólares en ganancias anuales y ofrece algunos de los empleos mejor pagados del país. Los huéspedes de los lujosos complejos hoteleros de Cancún quizás no piensen dos veces en gastar 500 dólares en un día de vacaciones, pero los trabajadores de la industria hotelera se sienten muy afortunados de tener un codiciado trabajo que pague 400 dólares al mes. La paga es tan buena para los estándares locales que ha habido un flujo masivo de mexicanos que migraron al centro turístico en busca de empleo.
"En todos los poblados hay personas que se fueron a trabajar a Cancún o EU", ha dicho Bianet Castellanos, profesora de la Universidad de Minnesota que estudia los efectos de la economía turística de Cancún en las comunidades mayas. Pero la mayor parte del dinero en efectivo que los turistas traen todos los años a los centros turísticos sobre la costa, se queda allí, principalmente en los bolsillos de las corporaciones propietarias de dichos centros. "El mundo que ven los turistas no es el mundo al que puedan acceder aquellos que lo sostienen", dice Dominique Rissolo, arqueóloga que trabajó con los mayas durante 15 años. Afortunadamente, a pesar de lo misteriosas y cautivadoras que son las ruinas mayas y lo hermosas que son las playas, me fue imposible no ver el verdadero país en todos los lugares que recorrí.
Vi a un hombre muy delgado con el torso descubierto, que cargaba un gran fardo de leña sujetado en la frente, salir en forma inexplicable de la selva junto a la carretera de cuota que atraviesa la península de Yucatán. Junto a la carretera libre que corría paralela, observé cómo unos niños y sus padres jugaban un emocionante partido de futbol con una pelota hecha con trapos, mientras las madres y hermanas miraban desde sus chozas en sus inmaculados vestidos huipil bordados. En la amplia plaza frente al Convento de San Bernardino de Valladolid, un monasterio de la década de 1550 en el corazón de una alegre ciudad colonial, un grupo de hombres miraba un partido de futbol en una televisión un poco borrosa colocada sobre un pedestal improvisado. A unas 25 millas de distancia, las hordas de turistas y vendedores de recuerdos invaden el impresionante complejo de Chichén Itzá, desde la pirámide central, El Castillo, con su escalera de 91 escalones hacia el cielo, al cenote sagrado, un gran pozo de agua natural verde oscuro custodiado por iguanas. Entre los templos y plataformas se encuentran esculturas de jaguares, serpientes, cráneos amenazantes y guerreros.
Los domingos, cuando el ingreso a los sitios arqueológicos es gratuito, los residentes se bañan alegremente en la angosta playa debajo del acantilado de 40 pies donde se encuentran las ruinas más fotografiadas del Caribe: El Castillo del Siglo XV de Tulum. El lugar y el pequeño poblado que llevan el mismo nombre se encuentran a 80 millas hacia el sur de Cancún sobre una autopista similar a la que conecta los Cayos de Florida. Conduje a través de selva densa, de innumerables entradas cercadas a centros turísticos, varios parques con lagunas y lugares comercializados para bucear en cuevas y la ciudad de explosivo crecimiento Playa del Carmen, cuyo distrito de compras con molestos vendedores ambulantes hace que se parezca demasiado al sitio para excursión de cruceros que en realidad es.
La carretera que une Cancún y Tulum se está ampliando de dos carriles a cuatro, y eso puede aumentar la presión del desarrollo en Tulum. Pero por ahora, el leve aspecto turístico desaparece al sur de las ruinas de Tulum, donde la carretera se esconde detrás de mangles para conducir a la playa y a grupos de chozas con quinchos iluminadas por velas y protegidas de los mosquitos por mallas, en las que viven turistas y locales por igual, y que reemplazan los centros turísticos con aire acondicionado y rodeados de albercas. "Esto todavía es para nosotros", decía el camarero en Zamas, mi hotel, mientras me servía la cena -un pescado boquinete entero en salsa de achiote fuerte y picante-, señalando hacia la oscura franja de la playa y el mar del que habían pescado mi comida hacía pocas horas. A la mañana siguiente, salí a navegar en una embarcación a rayas azules y amarillas con dos buzos locales, una familia de Nueva York y una pareja de Texas. Nadamos junto al arrecife observando tortugas, malhumorados meros y peces negros y redondos con manchas azules fluorescentes que se alejaban entre brillantes abanicos púrpura y "cerebros" amarillos de coral. A solamente 200 yardas, las ruinas de Tulum se destacan sobre el acantilado gris, con sus plataformas bajas y robustas, sus columnas en forma de serpiente y su friso con el Dios Descendente, tan majestuosas y reales como las deben haber visto los conquistadores españoles que navegaron por primera vez hacia el centro de comercio, todavía ocupado por los mayas, en 1518.
Si visitas... CANCÚN:
Información turística en http://cancun.info o http://rivieramaya.com.
CÓMO LLEGAR: el Aeropuerto Internacional de Cancún brinda servicio a la ciudad y a la Riviera Maya. A menos que pienses quedarte en un centro con todo incluido y realizar visitas en autobús a las ruinas, conducir un automóvil es la mejor manera de visitar la región. Puedes alquilar un automóvil en el aeropuerto y, además de una cantidad desmesurada de topes para reducir la velocidad, no hay ningún peligro inusual acechando en las carreteras.
AÉREO: las principales aerolíneas comerciales realizan viajes diarios a Cancún. El billete de ida y vuelta fluctúa entre los 350 y los 570 dólares.
ALOJAMIENTO: la mayoría de los aproximadamente cien hoteles en edificios altos en la zona hotelera de Cancún fue restaurada completamente después del huracán pasado. Los que se encuentran a lo largo de la Riviera Maya casi no sufrieron daños. En Tulum hay dos excelentes hoteles con chozas: Zamas, http://zamas.com, y Maya Tulum Resort, http://mayatulum.com a partir de unos 120 dólares por noche en la temporada alta (diciembre-mayo).