lunes, 29 de octubre de 2007

Puerto Aguirre, Chile

SouvenirsEn la ventana de una casa de Puerto Aguirre, localidad patagónica ubicada a 1.500 km de Santiago, objetos colgando destinados a la venta como recuerdos que pueden adquirir los turistas que cada semana llegan a este poblado en el crucero Skorpio.

jueves, 25 de octubre de 2007

La ruta de la muerte, Bolivia

BoliviaUna carretera de la zona tropical de Yungas en el departamento boliviano de La Paz, una región muy visitada por sus atractivos naturales al estar situada entre la zona montañosa andina y la entrada a la amazonia del país.
La carretera de Los Yungas, conocida popularmente como "la ruta de la muerte" está habilitada ahora para excursiones turíticas, tras las centenares de personas que murieron durante muchos años en ese camino angosto, sinuoso y lleno de precipicios.

miércoles, 17 de octubre de 2007

No tan desierto

DesiertoRocas erosionadas por el viento en el sitio denominado Herencia Mundial de Wadi Hatin en Egipto. Estas estructuras se formaron bajo un océano que existió hace millones de años; muchos fósiles de animales prehistóricos han sido encontrados en esta zona.

martes, 16 de octubre de 2007

El bosque de Sherwood

El bosque de Sherwood es gracias a Robin Hood un imán turístico internacional. Todos ven en el bandido y sus arqueros vestidos de verde a una especie de símbolo de la vida en libertad. Pero más allá de la leyenda, el robledal es un hábitat de importancia científica internacional. El roble más antiguo que pudo datarse con científica exactitud, según Charles Watkins, profesor de geografía rural de la Universidad de Nottingham, es de 1415. Los más antiguos están huecos en su interior, por lo que no pueden contarse los anillos para calcular su edad. Y es que los bosques de Sherwood han sido maltratados durante años y ahora sus árboles, escenario de las andanzas de Robin Hood, el legendario bandido que daba a los pobres lo que robaba a los ricos, se encuentran en peligro de extinción. Sólo durante este año cuatro de esos robles cayeron por culpa de los vendavales de enero, otros dos fueron pasto de incendios provocados y un séptimo se desplomó sin previo aviso. De ahí que quienes se preocupan del bosque casi como si fuera alguien de la familia se hayan propuesto salvarlo. Para ello se ha elaborado un plan de rescate urgente, que se piensa financiar con la recaudación de la lotería nacional inglesa. El plan consiste en plantar 250.000 nuevos robles en una superficie de 140 hectáreas, que enlazarán con los más antiguos. "La gente puede preguntarse por qué estas prisas si hemos esperado tres siglos sin hacer nada", asegura un miembro de la Comisión de Silvicultura. "Pero si no hacemos nada en los próximos diez años llegará un momento en que será irrecuperable. Tal vez al principio no se note, pero al cabo de un siglo la gente pensará en nosotros y nos reprochará que no hiciéramos nada para salvarlo", explica. El bosque fue explotado durante siglos para construir grandes edificios en el país, incluidas las catedrales de Lincoln y de San Pablo, esta última en Londres, y ahora hay que salvarlo, señalan los responsables de su conservación.
Los mapas estudiados por la arqueóloga Ursula Spence muestran que si realmente existió Robin Hood en la época de las cruzadas, éste podía haber escapado fácilmente desde la puerta posterior de su castillo de Nottingham y atravesado el bosque para llegar hasta la ciudad de Sheffield sin ser descubierto por el malvado sheriff local. Ahora, lo más lejos que podría ir a caballo bajo cubierta de los robles son unos cinco kilómetros y atravesaría además un paisaje erizado de ciudades y aldeas, horadado por la minería y la agricultura y atravesado por numerosas carreteras.

lunes, 8 de octubre de 2007

Valle de Arlana, España

En cada palmo del Valle de Arlana puede leerse la historia de Castilla y todavía es posible encontrar aldeas perdidas con olor a leña de encina y riscos que sobrevuelan aves de alas enormes y hábitos carroñeros. El río Arlanza recorre un territorio de amplias vegas y gargantas impracticables, bosques de sabinas y rebaños de ovejas, torreones guerreros y reductos de silencio monacal.
Las ruinas del monasterio de San Pedro de Arlanza se hallan en una hondonada, entre curvas de la carretera, escondidas bajo las alturas de la sierra de las Mamblas. La historia de estos arcos fantasmales que hoy se sostienen en dudoso equilibrio, de los contrafuertes y ábsides descarnados entre los que se adivinan altares, tumbas reales y maitines al amanecer, arranca en el siglo X. Se dice que el conde Fernán González, legendario fundador del Reino de Castilla, perseguía a un jabalí cuando se topó con un ermitaño que le vaticinó la expulsión de los musulmanes de aquellas tierras. En reconocimiento, Fernán González habría levantado el monasterio. Más allá de la leyenda, lo cierto es que sobre el espigón rocoso, al otro lado del río, puede verse una ermita dedicada a San Pelayo mientras se escucha el murmullo del agua que circula junto a estas espléndidas ruinas cubiertas de musgo. Hay restos románicos de una iglesia-fortaleza, la estructura casi íntegra de un palacio barroco adosado a ella, el portón y el pozo, todo abandonado tras la desamortización que vació los conventos y monasterios en la primera mitad del siglo XIX. Chopos alineados y encinas enrojecidas iluminan un paisaje austero con las crestas de la sierra en el horizonte.
Más allá de este punto, sobre un cerro desde el que ya se abre el valle preparado para la siembra, se encuentra la iglesia visigótica de Quintanilla de las Viñas. Es pequeña, encantadora, construida con grandes sillares de piedra, de una simplicidad arquitectónica que contrasta con la finura de los relieves tallados en la cabecera: flores, pájaros, viñas, grecas, letras y anagramas de enigmática interpretación en el exterior y en el oscuro interior, grabados del Sol y la Luna, símbolos ancestrales de la vida, el tiempo, la luz y las cosechas.

Castillo de Lara

Para llegar a este templo hay que pasar por pueblos mínimos, con iglesias que conservan restos de un románico muy primitivo y nombres como Mambrilla de Lara o Campolara. En un altozano frente a la iglesia visigótica se ven las ruinas del castillo medieval de Lara, la familia que inspiró romances y leyendas truculentas.
La carretera N-234 –que sigue más o menos el curso del Arlanza– va a dar a Salas de los Infantes y Hacinas. Desde aquí a Silos el camino se retuerce entre paredes rocosas a las que se agarran los pinos. Una garganta que en La Yecla, más allá de Silos, se convierte en un desfiladero húmedo y oscuro, de un metro de anchura, con una pasarela que permite vivir de cerca el espectáculo del abismo y las alturas. Hay que sujetarse a la barandilla y levantar la vista hacia los riscos donde sobrevuelan las águilas que anidan entre las grietas.
Desde la publicación, hace unos cuantos años, de los discos con los cantos gregorianos de los monjes de Silos, las visitas al monasterio se han multiplicado; al reclamo del ‘best seller’ acuden turistas de todas partes del mundo y los políticos se hacen la foto junto al ciprés del claustro al que dedicó un conocido poema Gerardo Diego. Cualquier viajero puede asistir en directo a las misas cantadas a las nueve de la mañana entre semana, a la una de la tarde los sábados o a mediodía los domingos y festivos. Pero, aparte de la música, es recomendable entretenerse en los capiteles del claustro románico donde, como en un documental, van pasando las representaciones realistas y fantásticas producidas por los artistas medievales. Personajes bíblicos, animales mitológicos, arpías con cabeza de mujer y cuerpo de ave, flores y guirnaldas, monstruos y escenas eróticas. Se han querido ver todas las influencias –desde la iconografía cristiana primitiva a la visigótica, la musulmana o la persa– en estos relieves que, más que una función ornamental, tienen el sentido de un relato moral destinado a impresionar, aterrorizar y adoctrinar a un pueblo iletrado que buscaba cobijo en las iglesias y monasterios. Una curiosidad más son los dibujos, cerca de setecientos, del artesonado mudéjar del siglo XIV en el que pueden verse escenas de toros y toreros. Y también la botica que guarda el instrumental usado antiguamente por los monjes para elaborar pócimas curativas con las hierbas aromáticas que crecen en el entorno del monasterio, y la estupenda colección de tarros de cerámica de Talavera con los nombres de los diferentes preparados.
En Covarrubias, el Arlanza vuelve al encuentro con el viajero. Los puentes sobre el río y el paseo que lo bordea junto a la muralla, entre el torreón de Doña Urraca y la Colegiata, son lugares solitarios que marcan la frontera entre el casco medieval y el campo. Las calles conservan su trazado antiguo y van a dar a plazas como la del Obispo Peña, la de Doña Urraca o la de Doña Sancha, rodeadas de los edificios más nobles; las casas de adobe con entramado de madera se asientan sobre porches muy rudimentarios con columnas también de madera. En Covarrubias topamos con otra leyenda, según la cual Doña Urraca, hija del conde García Fernández, murió emparedada entre los muros imponentes del torreón que lleva su nombre. En la vecina Colegiata, una preciosa construcción del siglo XV, los sepulcros de Fernán González y su esposa, Doña Sancha, son hoy una pieza de arte más que contemplar junto con el magnífico retablo barroco, las pinturas realizadas por artistas castellanos como Alonso de Sedano y Pedro Berruguete o el Tríptico de los Reyes Magos, obra cumbre de la escultura española del siglo XV.

domingo, 7 de octubre de 2007

Hoteles bajo el agua

Los hoteles en primera línea de mar se han quedado algo obsoletos para mucha gente, la última tendencia para los amantes del agua es sumergirse bajo el océano, hasta para dormir. Así lo demuestra el creciente éxito de los complejos hoteleros submarinos.
Dicen algunoes que donde mejor se duerme es al nivel del mar y por eso cada vez son más los promotores que toman esta idea al pie de la letra y construyen hoteles sumergidos en algunos de los puntos costeros más paradisíacos del mundo. Con un precio medio de 500 euros por noche, son pocos los hoteles que ofrecen este servicio que implica una habitación fabricada como si de un barco se tratase y en la que al mirar por la ventana no se podrá saber si hace buen o mal tiempo.
"Para entrar en el hotel, uno debe literalmente bucear más de 6 metros bajo la superficie del mar. El Hotel Submarino de Jules está realmente bajo el agua", dice la página web de uno de estos hoteles, situado en el Callo Largo del sur de Florida (USA). Los promotores de este complejo inmerso en la Laguna de la Esmeralda mantienen que sus clientes les describen la experiencia "como una de las más increíbles de su vida" y que les deja un dulce recuerdo difícil de olvidar. "Una pareja que vino decidió dar un giro a su vida profesional tras visitar nuestro hotel y ahora se ocupan de la tienda de buceo Aquanauts, y otra decidió llamar Jules al hijo que tuvieron tras la estancia", añade la web de este hotel.
Este complejo es uno de los más asequibles -con un precio que ronda los 375 dólares por noche- y mantiene una enorme diferencia de precio con otros recintos similares, como el Huvafen Fushi de las Islas Maldivas, cuya tarifa más económica es de 800 dólares por noche. En hoteles como éste, las habitaciones están equipadas al detalle, nada incómodas, como por ejemplo un sistema de sonido Dolby Sorround, un dispositivo que permite conectar la música del iPod al hilo musical o incluso una cafetera. Es tal el lujo, que a pesar de estar bajo el agua, en este caso no hace falta ni mojarse para llegar a la habitación ya que el hotel dispone de un pasillo que comunica con sus suites submarinas. En este complejo de las Maldivas, cuyo lema es "el agua es el equilibrio y el elixir de la vida", se ofrece a los clientes la posibilidad de someterse a un tratamiento de balneario que, según aseguran, es mucho más efectivo si al mismo tiempo ves pasar a peces por la ventana. Para los claustrofóbicos el hotel también dispone de habitaciones que en lugar de inmersas están sobre el mar y que cuentan con suelos transparentes para ofrecer la sensación de estar suspendido sobre el agua.
Puede parecer arriesgado empeñarse en vivir bajo el agua sin branquias, pero en complejos como el Poseidón Resort en Fiji, propiedad de L. Bruce Jones, presidente de la empresa Submarinos de los Estados Unidos, te aseguran que cuando se trata de vivir sumergidos, saben bien de lo que hablan. En este hotel, donde una semana para dos personas tiene un coste de 15.000 dólares, las habitaciones están fabricadas en un 70% de cristal y disponen de una televisión de plasma, baños de mármol y una biblioteca personal con vistas a la fauna marina.
Son todavía pocos pero tienen muchas perspectivas de futuro: en China en 2008 se inaugurará en una cueva protegida de la costa del Mar Amarillo el Hidrópolis de Qingdao. Se tratará de un complejo submarino conectado con la superficie en tierra firme a través de una torre en la que no sólo te podrás albergar como huésped sino también como propietario de un apartamento. Para los escépticos cabe decir que los promotores de estos paraísos sumergidos pensaron en todo, se puede incluso pedir pizzas a domicilio.

viernes, 5 de octubre de 2007

Cuidado con los viajes chollo de la Red

En una iniciativa desarrollada conjuntamente entre varios países de la Unión Europea, se han analizado las páginas web de las 12 compañías aéreas y agencias de viajes en línea de las que se reciben más reclamaciones. El resultado ha resultado ser desolador detectándose graves anomalías en siete de esos 12 sitios en Internet.
Sobre casos de publicidad engañosa, se han detectado billetes anunciados como gratis que luego no lo son en las compañías Ryanair y Vueling. En las páginas de Ryanair, Iberia, Spanair y Vueling se encontraron ofertas ventajosas que no se dan en ningún ejemplo de búsqueda. Además, en la página de eDreams se refieren zonas geográficas que no se corresponden con los aeropuertos de partida y llegada.
En el análisis de doce webs sólo se salvan, como completamente aceptables, cinco: Air Berlín, Atrapalo.com, Viajeras.info, Rumbo y Easyjet.